Tempeh casero

Pasos

• 1

  Coloca la soja blanca en un colador y lávala con agua. Déjala a remojo en agua muy caliente durante 12 horas. También puedes hervirla durante 20 minutos y dejarla en remojo por 2 horas. Escúrrela, lava los granos y pártelos en mitades o en cuartos. Lo mejor es colocarlos en un recipiente y frotarlos con las manos apretándolos en puñados. Lo importante es que no queden muy triturados. Separa las pieles introduciendo la soja en un recipiente con agua fría y removiendo para que las pieles floten y así poder retirarlas fácilmente. Repite la misma operación unas 5 veces. Coloca una olla a hervir con cinco litros de agua, vierte la soja y añade el vinagre de manzana. Cocina con la olla tapada a fuego medio manteniendo el hervor durante 45 minutos. Pasa la soja a un colador y rocíala con un poco de agua fría. Extiende un par de toallas y esparce los granos por encima en una capa fina. Enrolla las toallas y deja que absorban bien hasta que la soja se seque. A continuación, colócala en la bandeja y comprueba que esté a temperatura corporal, para ello utiliza el termómetro. Con la ayuda de una cucharita limpia, añade el fermento para tempeh (Rhizopus oligosporus) a la soja mezclándolo bien para que se reparta uniformemente. Dobla una toalla en cuatro, apoya unas bolsas de plástico sobre ella y perfora con una aguja dejando una separación de 1,5 cm entre los agujeros. Llena las bolsas. Coloca las bolsas llenas sobre una superficie lisa y dobla por debajo el extremo abierto de la bolsa. Prensa bien con las manos procurando llenar bien las esquinas. Dispón las bolsas sobre una rejilla o plancha agujereada. Éstas se pueden introducir en una caja hermética o que cierre bien, de manera que el tempeh se encuentre en un lugar húmedo con una temperatura de 30º a 35º durante unas 28 horas. El tempeh se conserva durante unos 10 días en la nevera a menos de 6º o durante varios meses si se congela.